Llegaba la procesión de Aguilar. Muchos nervios, expectación, dudas (… son diez horas, ¿aguantaran las piernas?, ¿aguantarán los labios?, ¿los pequeños acabarán una procesión tan larga?)
Pues a todo sí, sí y sí. Nos portamos como campeones. aguantaron las pierna, los labios, los pequeños, los mayores… y todo el mundo, costaleros, cofrades y público, contentos y entusiasmados.
Los costaleros bailaron nuestras marchas y disfrutaron haciéndolo, nosotros disfrutamos tocando, como nunca, y el público, entre los bailes de unos y los sones de otros no paraba de aplaudir y congregarse en sitios clave y en calles no tan claves.
El aplauso final, con pasillo de a uno incluido, que todos los presentes, publico, cofrades, costaleros, etc., dedicaron a nuestra banda, durante muchos minutos, hizo que mereciera la pena un año de esfuerzo, de ensayos, las diez horas de la procesión, y otras más que hubiese durado, ya que todos los componentes de la banda, demostramos, en el local de la hermandad, que aún quedaban fuerzas, labios y ganas, para seguir tocando canciones ligeras y alegres como la Salve, Sevilla, Paquito el chocolatero, etc.
Volvimos a casa orgullosos por el trabajo bien hecho y expectantes para el próximo año, que volveremos a este pueblo con renovadas fuerzas e ilusiones; sabiendo que nos esperan con ganas, para que disfrutemos, una vez más, con nuestros sones y sus bailes…
lunes, 5 de abril de 2010
Viernes Santo: “Aguilar de la Frontera” 10h
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